Preparación de las uñas: Antes de comenzar, asegúrate de que tus uñas estén limpias, secas y libres de cualquier residuo de esmalte o aceite. Si es necesario, puedes limar ligeramente la superficie de las uñas naturales para ayudar a que el pegamento se adhiera mejor.
Preparación del pegamento: Agita suavemente el frasco de pegamento para asegurarte de que esté bien mezclado. Si es la primera vez que utilizas el pegamento o si ha estado almacenado por un tiempo, es posible que necesites presionar ligeramente la brocha contra el borde del frasco para eliminar cualquier exceso de producto y activar la brocha.
Aplicación del pegamento: Con cuidado, aplica una capa delgada y uniforme de pegamento sobre la uña natural o la superficie donde vas a colocar la uña postiza. Usa movimientos suaves y precisos con el aplicador tipo brocha para cubrir toda la superficie de manera uniforme.
Colocación de la uña postiza: Una vez aplicado el pegamento, coloca la uña postiza sobre la uña natural y presiona suavemente para fijarla en su lugar. Asegúrate de alinearla correctamente y presionar firmemente para una buena adhesión.
Tiempo de secado: Permite que el pegamento seque completamente antes de continuar. Esto puede tardar unos minutos, dependiendo del tipo de pegamento y de la cantidad aplicada. Evita mover las uñas durante este tiempo para evitar desplazar la uña postiza.
Repetición del proceso: Si estás aplicando varias uñas postizas, repite los pasos anteriores para cada una de ellas, asegurándote de aplicar el pegamento y colocarlas una a una para obtener mejores resultados.
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